Ultravioleta
La luz ultravioleta (UV) se utiliza como forma de inactivar los microorganismos mediante la interrupción de los ácidos nucleicos y la alteración de su ADN, lo que evita eficazmente su reproducción. La luz ultravioleta que se utiliza en línea en los sistemas de purificación de agua de laboratorio son lámparas de mercurio de baja presión.
¿Cómo funciona?
La radiación UV altera el ADN y las ARN-polimerasas a dosis bajas, además de descomponer las moléculas orgánicas grandes en componentes ionizados más pequeños. Estos componentes se eliminan aguas abajo mediante lechos de resina de intercambio iónico de alta pureza. La eliminación previa de los iones orgánicos optimiza la eficacia de esta tecnología para la purificación del agua. La luz ultravioleta también se utiliza en la fotólisis para eliminar especies de cloro y cloramina del agua.
El tratamiento del agua con luz UV-C se utiliza para fotooxidar las impurezas orgánicas y/o inactivar los microorganismos. La fotooxidación de las impurezas orgánicas produce especies polares o cargadas que pueden eliminarse posteriormente mediante procesos de intercambio iónico. Habitualmente, la lámpara UV forma parte de un circuito de tratamiento de “pulido” que incluye intercambio iónico, a través del cual circula agua continuamente para mantener la calidad. Puede obtenerse agua con un nivel de carbono orgánico total (TOC) de <5 ppbC y bacterias a <1 CFU/ml en los productos de ELGA que utilizan este método.