Espectrometría de masas

La espectrometría de masas es una técnica muy sensible que permite el análisis de trazas de mezclas complejas y, por lo tanto, requiere agua de gran pureza.

Espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS)

Los avances en la instrumentación analítica moderna han continuado aumentando la sensibilidad del análisis de metales traza, hasta el punto de que los elementos se miden ahora a niveles ppt e inferiores. La espectrometría de masas con plasma acoplado inductivamente (ICP-MS) es capaz de detectar trazas de metales hasta niveles de ppc (partes por cuatrillón). Para ello, se ioniza la muestra y a continuación se utiliza espectrometría de masas para separar y medir los iones. Como resultado de los altos requisitos de sensibilidad, se recomienda agua de tipo I/I+ para garantizar los niveles de pureza.

Cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS)

La cromatografía de gases-espectrometría de masas (GC-MS), que combina la cromatografía de gases con la espectrometría de masas, se utiliza para identificar diferentes sustancias y tiene una gama muy amplia de aplicaciones, como la detección de drogas y el análisis ambiental. La GC-MS de purga y trampa es la técnica preferida para determinar los EDC y los VOC en el medio ambiente. Los requisitos de pureza del agua son extremadamente estrictos, ya que se requieren niveles de TOC muy bajos. Por este motivo, el agua de tipo I es adecuada para esta técnica.

Cromatografía líquida-espectrometría de masas (LC-MS)

La cromatografía líquida-espectrometría de masas (LC-MS), una técnica muy versátil, combina la separación física de la cromatografía líquida con las capacidades de análisis de la espectrometría de masas. Las muestras se separan antes de ser detectadas e identificadas, por lo que tiene muchas posibles aplicaciones diferentes. Es posible analizar más analitos mediante esta técnica que con GC-MS. Por lo general, se recomienda agua de tipo I para esta aplicación.